Existen acontecimientos en la vida de las personas que hacen que de la noche a la mañana se modifique nuestro camino. Tendemos a escoger un camino soleado y sin piedras porque no nos gusta el camino oscurecido. Sólo hay ojos para una sola cosa cuando no vemos que existen otros caminos. La vida nos brinda segundas oportunidades aunque no queramos verlas para que cambiemos nuestro camino. Ese camino no lleva a ninguna parte, por ahí las cosas no van a ir bien y hay que cambiar. A veces la intuición ayuda bastante a elegir el camino correcto pero también hace que caigas en el camino equivocado para que aprendas a la primera que ese es el equivocado. Probar y caer, una y otra vez. Si no sale bien, acuérdate de que es el principio de tu segunda oportunidad y que lo mejor está por llegar. Es difícil, lo sé, no repitas o al menos intenta no repetir y caer en la misma piedra. Ah, esa segunda oportunidad se llama tener un plan B. Recuerda que la segunda o tercera idea podrían funcionar.
Foto: Soyfelizahora.com
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