30 de marzo de 2020

La droga que todo lo cura...




Se asemeja tanto el estado de cuarentena real de miedo a contraer un potente virus al estado latente amoroso que sufrimos cuando nos rompen el corazón en mil pedazos... Un muro de sentimientos que se forja en nuestro interior para evitar que traspase por algún resquicio del cuerpo y así protegernos de sucios amores. Ese muro nos impide ver el exterior con calma y claridad y lo hacemos desde una pequeña ventana. 

No queremos estar hechos añicos y por ello creamos corazas brillantes. No queremos razones de piedra ni gente armada de odio ni sentimientos fríos. Queremos sentir, vivir y vibrar. Queremos amaneceres con sol y pájaros cada mañana sin lluvia ni tormentas en esos días donde afloran las relaciones esporádicas y el amor se conoce como efímero.

Buscamos con ansias esa droga que todo lo cura que se llama amor y que nos alivia de cualquier tipo de dolor. El dolor de estar encerrados más de una noche con nuestros propios pensamientos, con nuestros propios sentimientos...


Sonando: Y de puertas pa' afuera se hará todo añicos (Extremoduro). 


23 de marzo de 2020

Mi plan A.


Los ánimos no eran muy gratificantes para nadie, las conversaciones eran buenas o directamente no eran fluidas por alguna de las dos partes... No corrían tiempos buenos para nadie y menos para los que no tenían esperanza o sin algún familiar allegado o un mismo conocido. No era fácil para nadie y mucho menos lo sería. 

Había que sembrar la semilla de la esperanza en los corazones de la gente y era necesario poder luchar con todas las fuerzas y sentimientos o incluso el doble por honor a nuestros mayores y antepasados que había luchado en otras guerras. Por ellos y por nosotros, pero sin olvidar que en nosotros estaría el futuro de las siguientes generaciones. Las fuerzas son mejores y las armas agua y jabón; sin duda el mejor plan A de la historia. Sin sangre derramada pero cuerpos tendidos en los hospitales. 

En estos tiempos que corren y con todo el exceso de información a los que estamos continuamente sometidos y con tanto bulo circulando por las redes sociales, nos resultaba difícil discernir entre la verdad y la mentira. Pero lo que sí era cierto es que el enemigo era cada vez mayor. Un virus casi letal que contagiaba a toda persona que se cruzaba en su camino. El enemigo era grande pero nosotros éramos mucho más fuertes; el ejército sería vencedor y la tropa victoriosa.


Sonando: Para decirte lo que nunca canto, para cantarte lo que nunca digo (Fito y Fitipaldis). 



17 de marzo de 2020

En apenas 2 horas...




Era una tarde de invierno donde el sol apenas lucía a medio gas; sentada en un banco, donde fumando un cigarrillo, andaba esperando el mensaje que me dijera que salía de casa para mi reencuentro en el bar de la esquina y tomarnos el café de la tarde. No sé qué tenía qué contarme tan importante... Estaba nerviosa y no estaba terminándome el cigarrillo cuando pensaba en el siguiente. 

- Morena, no te había visto fumar nunca. ¿Quieres fuego? 
- Te has perdido muchos capítulos de mi vida, rubio. ¿No querrás que te ponga al día de todos los eventos que te has perdido? No te esperaba tan pronto pero me alegra verte de nuevo...
- Ha pasado mucho tiempo pero no me importaría ponerme al día con ese café. 

Parecía que el tiempo no había pasado y desde luego era mi golpe de aire fresco después de haber estado ocupada con mil historias. No podía parar de sonreír. La policía irrumpió en el bar con fuerza y amenazando con prisión si seguíamos allí saltándonos el Estado de Alarma que se acababa de promulgar. 

- Todos el mundo a casa, señores. Nos esperan 3 semanas de confinamiento en domicilio por la propagación de un virus potente. 

¿Cómo puede cambiar tanto la historia en apenas dos horas? Adiós a la vida diaria hasta dentro de un tiempo. 


Sonando: Me dan ganas de ti, te dan ganas de mí. A la misma hora. (J. Balvin). 

12 de marzo de 2020

En tiempos del caos...



Y parecía que la historia que narraba la presentadora del telediario y la voz que se escuchaba en las noticias eran casi imaginarias, cómo si de una broma de mal gusto se tratara... Algo de un fuerte virus por la ciudad que se estaba extendiendo a otras provincias e incluso había llegado de países lejanos... Los movimientos migratorios habían hecho el temido "causa - efecto." Los rumores de cerrar las fronteras cada vez son más intensos...

Donde las tanquetas de las fuerzas de seguridad del Estado hacen guardia en las puertas de las embajadas por si la situación se descontrola o hay algún tipo de altercado... 

Recorría las inmediaciones de una conocida calle céntrica con el teléfono móvil en el bolsillo y sin parar de vibrar por todos los mensajes que me estaban llegando de la gente que se estaba preocupando... Ahora ya eres libre y no hace algunas horas cuando dependías de una autorización de un superior para ponerte en cuarentena... Pero esos mensajes desde primera hora de la mañana dónde los dos estábamos dándonos cuenta de la gravedad de la situación por el temido virus, él rabiando por las ganas de sacarme de allí...

- Mándame un audio que quiero sentir tu tono de voz, espera que me escondo...

La llamada mientras comía escuchando su voz para reducir el enfado que tenía... Ambos sentíamos que todo se iba a complicar un poco más...